CIUDAD DE MÉXICO, el Complotv- Este sábado, desde Baja California, el presidente volvió a hablar y poner su atención a Estados Unidos, exigiéndoles que se trate con respeto a los mexicanos migrantes y a los de todos los países, principalmente a los latinos y reiterando, como ya lo había hecho durante su encuentro con Joe Biden en Washington por la Cumbre de Líderes de América del Norte, que estará atento al futuro legislativo de su iniciativa para regularizar a los mexicanos residentes en EU.
“Nosotros no queremos inmiscuirnos en la política de EU y haríamos mal, porque tenemos que ser respetuosos de la soberanía de los países, pero yo pienso que sí podemos desde México, respetuosamente, dar a conocer dos cosas: primero, pedir que se respete a los mexicanos migrantes y a los migrantes en general y segundo, que se respete a México”, dijo el presidente.
Y añadió: “Vamos a estar pendiente para ver cómo votan de un partido o de otro. Cómo van a votar los demócratas, como van a votar los republicanos, para hacer un señalamiento respetuoso en su momento, porque ya es muy claro: no queremos maltrato a los mexicanos que están en EU y no queremos que se le falte el respeto a México”.
También hizo hincapié en el favoritismo que existe entre grupos mayoritarios de migrantes donde comentó, que mientras hay más de treinta y tres millones de mexicanos en los estados unidos, el segundo grupo más numeroso es el de los estadounidenses con ancestros puertorriqueños, con cinco millones, seguido en tercer lugar por los cubanos con más de dos millones, empero los cubanos gozan de mayor influencia dentro del gobierno estadounidense.
Pese a ser relativamente pocos, sin embargo, los cubanos han tenido una influencia notoria en el proceso político de Estados Unidos, en parte debido a su concentración geográfica. Ninguno de los otros grupos hispanos tiene una población tan concentrada en un solo estado como los cubanos. 1.2 millones de ellos, o cerca del 66% del total, viven en Florida, y casi un millón en el área metropolitana de Miami, en donde han construido un baluarte político formidable.
Desde 1996, sin excepción, todos los alcaldes de la ciudad han sido de origen cubano. Y desde Miami se han proyectado políticamente a otras partes del país. Hay ocho cubano-estadounidenses en el Congreso, incluyendo tres de los 100 senadores federales, pese a ser mucho menos del 1% de la población total del país.
También hay diferencias entre los cubanos y el resto de los latinos en cuanto a la percepción racial de sí mismos.
En el más reciente censo, más de dos millones, o sea el 83% de los cubanos en Estados Unidos, se autodefinían como blancos, he ahí el problema de racismo que tiene el cubano en contra de sus hermanos latinos, incluyendo los mexicanos.
