LAS COFRADIAS DEL PODER EN EL EJERCITO MEXICANO RECIBE A SALVADOR CIENFUEGOS EN MÉXICO

CIUDAD DE MÉXICO 18-11-20, Elcomplotv Salvador Cienfuegos, fue comandante en regiones militares de los estados de Chiapas, Guerrero, Jalisco. También en la capital del país, la Ciudad de México.

El entonces presidente Felipe Calderón designó a Cienfuegos oficial mayor de la Secretaría de la Defensa de México el 16 de enero de 2012.

El 1 de diciembre de ese año, el nuevo mandatario, Enrique Peña Nieto, lo nombró comandante del Ejército. Allí estuvo hasta el final de esa gestión, en noviembre de 2018.

Durante su carrera militar también realizó actividades académicas. Fue director del Heroico Colegio Militar y director del Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos. Además, comandante del Cuerpo de Cadetes del Heroico Colegio Militar.

Polémicas como secretario de Defensa

 Durante su gestión como secretario de Defensa de México, ocurrieron dos hechos polémicos y que estremecieron al país.

El primero fue la masacre de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, que ocurrió el 30 de junio de 2014 durante un operativo militar.

La Secretaría de la Defensa dijo en un principio que los soldados habían repelido una agresión de civiles armados.

Pero en septiembre de 2014, la entonces Procuraduría General de la República (actualmente Fiscalía General de la República) informó que acusaría de homicidio a tres de los militares involucrados en el caso. Aunque fueron encarcelados, el 14 de mayo de 2016, un tribunal ordenó liberarlos.

En total, siete integrantes del Ejército mexicano fueron acusados de participar en la matanza Tlatlaya. El 17 de octubre de 2019, un tribunal ordenó reaprehenderlos.

En una entrevista para el periódico mexicano El Universal, publicada el 29 de junio de 2015, Salvador Cienfuegos dijo que lo sucedido en Tlatlaya fue “costoso” para la imagen del Ejército de México.

El segundo caso polémico de Salvador Cienfuegos al frente de la Secretaría de la Defensa de México tiene que ver con la desaparición de 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre de 2014.

Algunos padres de los estudiantes pidieron que se investigara al Ejército, que por aquel entonces cumplía labores de seguridad.

En una entrevista ofrecida a Televisa en octubre de 2015, Salvador Cienfuegos dijo que los integrantes del Ejército Mexicano no intervinieron en los hechos de Iguala.

 

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El duro golpe a la cofradía más alta de militares en México que durante décadas convirtió la Secretaría de la Defensa Nacional en negocios personales de alta dimensión, se consideró la  detención del General Salvador Cienfuegos en Estados Unidos, a petición de la DEA.

Una investigación convertida en “Operación Padrino” se mantuvo abierta durante más de diez años en contra de un grupo de militares y en opinión de expertos y especialistas en temas militares, los posibles cargos podrían ser por narcotráfico; una condición muy grave y muy delicada tratándose de un personaje de primera línea en México.

De acuerdo con las primeras versiones de quienes han seguido de cerca las líneas de investigación, existe una cofradía de poder que vino a romperse con el actual titular de la Defensa Nacional, el secretario General, Luis Cresencio Sandoval González, quien ahora se espera haga un deslinde de su antecesor en el cargo.

Cienfuegos Zepeda, fue uno de los bastiones en el sexenio pasado de la lucha militarizada contra los cárteles de la droga, es el segundo elemento del Ejército de alto rango del gobierno de Enrique Peña Nieto en la mira de la justicia en este momento, el otro es el general Eduardo León Trauwitz, quien está prófugo y es acusado de vínculos con el robo de hidrocarburos en Petróleos Mexicanos (Pemex).

Como parte de las indagaciones que sigue la DEA, va quedando más claro que el proceso en contra del General Jesús Gutiérrez Rebollo, fue parte de una venganza montada desde las elites militares por no haberse sometido a las reglas que le imponían.

También surgen evidencias que en colaboración con fuerzas militares, el ex presidente Ernesto Zedillo se involucró en el negocio de las metanfetaminas con los Amezcua Contreras en Colima, dejando evidencias que hay más generales involucrados que se siguen moviendo a espaldas del actual Secretario de la Defensa, comentaron especialistas.

En las primeras declaraciones al respecto, César Gutiérrez, hijo del finado general Gutiérrez Rebollo, convertido actualmente en analista en temas de esta especialidad fue contundente al ser señalar que el narcotráfico llegó a los máximos niveles en este país.

Es desafortunado, dijo, en una entrevista que concedió en el noticiero de La Octava, la noche del jueves que mientras un grupo de elite saca beneficios personales, cientos de soldados siguen presos por esta supuesta guerra del narcotráfico.

Mientras se esclarecen los cargos, el General de 54 años de trayectoria militar fue transladado de inmediato a las oficinas de la DEA en los Ángeles California, donde pasó su primera noche como presunto indiciado.

Fuentes diplomáticas confirmaron al Diario Eje Central que se le acusa de conspiración, delito cometido por varias personas y generalmente vinculado a narcotráfico.

En las primeras versiones, se trata de uno de los generales al que se le identifica con el ala dura de las Fuerzas Armadas, que comenzaron a ser investigados tras la fuga de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, “porque identificaron a jefes de Zonas militares que les proporcionaron protección al líder del Cártel de Sinaloa.

Al igual que varios ex integrantes del gabinete del ex presidente, Enrique Peña Nieto, quien fue el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general de División, Salvador Cienfuegos Zepeda dejó su cargo en medio de diversos cuestionamientos de su administración, principalmente sobre la probable participación de militares en actos de corrupción y de protección al narcotráfico.

Con Informacion de HuellasMX

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