DENUNCIAN CARTEL DE POLICÍAS EN COAHUILA, PERO SE CREE HAY EN TODOS LOS ESTADOS DE MÉXICO

CIUDAD DE MÉXICO, el Complotv- El universal saco el día de hoy una nota en la que informó que “el escuadrón de policías élite de Coahuila creado para combatir a Los Zetas trafico de armas, drogas, personas, extorsiona, secuestra, tortura y asesina de forma sistemática”.

“El grupo de élite de la policía estatal de Coahuila, creado para combatir al cartel [Los Zetas], también lo ha usado para deshacerse de los cuerpos de sus propias víctimas, según testimonios de expolicías, vecinos de la hacienda y carpetas de investigación de la fiscalía del estado, entre ellas la de Billy”, se lee en la nota firmada por Íñigo Arredondo.

Sin embargo Coahuila no es el único estado de la república en donde los cuerpos policiacos, desde un tránsito hasta un policía de elite, tienen contubernio o asociación con algún cartel o grupo delincuencial.

En San Luis Potosí, donde asesinaron al presidente de la Coparmex local y a un político, exoperador del PRI, sin que aún se esclarezcan estos casos, hay denuncias de que policías municipales y de investigación del estado estarían involucrados en ilícitos.

CARTES DE POLICIAS10

En los últimos tres años más de 120 policías de 14 municipios se han visto involucrados en desapariciones forzadas, siempre argumentando que “trabajaron” para grupos de la delincuencia organizada. Hay 49 vinculados a proceso y apenas tres sentencias dictadas en el lapso de tres años, la última de ellas de 50 años de prisión para dos uniformados.

Con el pretexto de que son los que ganan menos y están más expuestos, los policías municipales han sucumbido ante el poder del dinero y el control de los cárteles de la droga. Son una especie de “nómina complementaria” y hasta los altos mandos se han involucrado en ello.

La noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, la Policía Federal, la de Guerrero, la de Iguala, el Ejército y el cártel Guerreros Unidos recibieron la orden de matar a los 43 normalistas de la escuela Isidro Burgos de Ayotzinapa.

En su libro “Policía CDMX Héroes y Demonios”, Andrés M. Estrada, escribe: “El tema de la policía aquí en México es poco explorado, como reportero te das cuenta de que se busca más la nota de la corrupción del policía hacia el exterior, pero poco se sabe qué hay dentro”, expone.

De victimario a víctima, de héroe a demonio, los personajes del libro mutan y cambian de piel en un círculo de corrupción e impunidad que carcome a las instituciones en México. “Digamos que están sometidos por una institución con códigos que muchas veces desconocen y muchos de ellos llegan a la policía porque es su última opción laboral”, describe el autor. Hay una parte oscura que enfrentan especialmente los policías “de los eslabones más bajos”, detalla: “Por ejemplo, son extorsionados por sus propios mandos que les exigen dinero para poder trabajar, tener una patrulla, balas o un uniforme a su medida”.

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